Por Carlos Hernández
Dos restaurantes obtienen por primera vez tres estrellas Michelin en este destino de medio oriente, marcando dos importantes hitos: Trèsind Studio, primer restaurante indio de la historia en conseguirlas y FZN, de Björn Frantzen, alcanzando el máximo nivel en Guía Michelin de un solo salto y sin pasar por los pasos previos, consolidando a su vez a la ciudad como nuevo referente de la alta cocina global.
El pasado jueves 22 de mayo, durante la cuarta revelación de la Gala Michelin en Dubái para 2026, la ciudad fue testigo de un avance significativo en su posicionamiento gastronómico internacional. Celebrada en el hotel Address Sky View, la ceremonia marcó un punto de inflexión al otorgar, por primera vez, tres estrellas Michelin a dos restaurantes locales: Trèsind Studio, dirigido por el chef indio Himanshu Saini, y FZN, liderado por el sueco Björn Frantzén.
Este reconocimiento no solo refleja la calidad técnica de las propuestas culinarias, sino también la consolidación de Dubái como un destino que ha logrado integrar diversidad cultural, excelencia en hospitalidad y alto nivel gastronómico. Con 119 establecimientos incluidos en la guía 2025, la ciudad demuestra que el máximo nivel culinario puede desarrollarse incluso en contextos urbanos relativamente jóvenes.

Las 3 estrellas otorgadas a Trèsind Studio tienen una relevancia particular: es el primer restaurante de cocina india en alcanzar la máxima calificación de Michelin a nivel mundial. La propuesta de Himanshu Saini reinterpreta con rigor y creatividad elementos tradicionales de la gastronomía del subcontinente, articulando una narrativa culinaria que rompe con muchos estereotipos y redefine el potencial técnico de una de las cocinas más conocidas del mundo.

Por su parte, FZN debutó directamente con tres estrellas, un hecho poco común dentro del sistema de la guía. Björn Frantzén traslada a Dubái su estilo característico, una síntesis de precisión escandinava y técnicas asiáticas que ya le ha valido el reconocimiento internacional en Estocolmo y Hong Kong.

El enfoque de Frantzén es sistemático y minucioso, con una ejecución que evita el exceso y privilegia la armonía.

Ambos proyectos responden a un ecosistema que ha evolucionado significativamente en los últimos años. La diversidad demográfica de Dubái —con una comunidad india históricamente relevante y una presencia creciente de chefs europeos— ha favorecido un entorno culinario en el que la innovación se sostiene sobre una base de multiculturalismo.
La ciudad, tradicionalmente asociada con el lujo ostentoso y el turismo de consumo rápido, comienza a ser reconocida por su capacidad de desarrollar una identidad gastronómica estructurada y con bases sólidas y duraderas. Como señaló Gwendal Poullennec, director internacional de la Guía Michelin: “Dubái irradia hoy una diversidad que refleja la amplia diversidad actual de todos los gourmets del planeta”.
Restaurantes destacados y nuevas incorporaciones
La edición 2025 también reconoció a establecimientos que consolidan esta narrativa de madurez. Jamavar, ubicado en el distrito de la Ópera, ofrece una interpretación elegante de la cocina india, centrada en la armonía de especias y técnicas refinadas. Manāo, liderado por el tailandés Abhiraj Khatwani —formado en Bangkok y criado en Dubái—, propone un menú de degustación de once pasos que equilibra complejidad y claridad conceptual.

En la categoría Bib Gourmand, que distingue a locales con excelente relación calidad-precio, se premiaron cinco espacios. Entre ellos, DUO Gastrobar destaca por su enfoque contemporáneo de la cocina de confort, mientras que Sufret Maryam, de la chef Salam Dakkak, reinterpreta platos levantinos con un enfoque narrativo y técnicas modernas.
Una capital que busca profundidad más que altura
Dubái, con pocos años de existencia, ha comprendido que la reputación gastronómica no depende únicamente de la opulencia, sino de la capacidad de generar contenido culinario con significado. La obtención de tres estrellas Michelin no es simplemente un hito simbólico; es la validación de un proceso que involucra rigor técnico, visión estratégica y sensibilidad cultural.
Frantzén y Saini encarnan dos aproximaciones distintas pero absolutamente complementarias: la búsqueda de perfección meticulosa frente a la evocación emocional reestructurada. Juntos, representan una nueva etapa en la que Dubái deja de ser una promesa incipiente para convertirse en una realidad consolidada en el mapa gastronómico global.